De repente, un correo inesperado. Y, a partir de ese instante, comienzas a pasar hacia atrás las páginas del calendario, a calibrar cómo se ha transformado tu vida desde entonces: te recuerdas más diminuto, menos hecho, desprovisto de los ahoras del hoy.
Y conversas con él o ella, te preguntas por sus pasos, tratas de imaginar el experimento que los años han practicado en su rostro, el grosor de sus pensamientos y la afinidad que aún resiste en esa prospección arqueológica.
Vuelves a las palabras del correo, con una sonrisa y una nostalgia pegadas a la piel y, cuando terminas de leer la última sílaba, te das cuenta de que la música te sigue sonando dentro.
Muy literario y bien condensado el sentimiento y nostalgia del paso del tiempo y sus cambios o estragos en lo físico y anímico. Me gusta y remueve
Gracias por tus palabras: palabra en el tiempo, como dijo un poeta.