NUESTRA CAMA

Foto: Annie Spratt

La cama es un mundo cerrado donde existimos casi sin darnos cuenta. A lo largo de nuestra vida, y a una media de ocho diarias (¡quien las duerma!), permanecemos entre sábanas unas dos mil novecientas horas al año; es decir, unos ciento veinte días de almohada. Da un poco de frío pensarlo.

Pero la cama es reducto de creatividad: en ella reflexionamos, sentimos, imaginamos, lloramos, nos comunicamos y exploramos espacios oníricos que no podemos tocar.

Quizá nos gustaría no dormir, porque dormir tal vez sea un signo de imperfección. El ser perfecto no debería tener necesidades. Nosotros tenemos demasiadas. Somos ciclos de vigilia y sueño y, cuando llega el instante, nos quitamos la ropa, nos ponemos el pijama y extendemos nuestro cuerpo sobre una lámina horizontal.

Todos obedecemos el mandato de nuestro cerebro y cada noche compartimos el sueño colectivo de la humanidad.

LA CAMA: un relato inquietante de José Guadalajara (leer)

4 comentarios en “NUESTRA CAMA”

  1. El sueño forma parte fundamental de nuestra vida.
    Me gusta el enfoque que le has dado. Tengo pendiente de leer el relato que escribiste, con el que ganaste un premio.

    1. Nos gusta y necesitamos dormir, pero todas esas horas de sueño son horas que quitamos a la vida activa. Si fuéramos seres perfectos, no lo necesitaríamos. Eso creo.

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