Piensen ustedes en el uso de este sustantivo y se darán cuenta de su anacronismo. Para ello pongámonos en una situación determinada, como la de un agente de policía dirigiéndose a alguien que acaba de cometer una infracción: «¿Me permite su documentación, caballero?». O: «Caballero, póngase contra la pared». Este uso es un mero formulismo …
En París hay una plaga de ratas y de chinches, pero en el Sena las barcazas de los turistas se miran en las dos torres de Nôtre Dame, aún en obras. Llegan las Olimpiadas al Louvre y Da Vinci se estremece en la sonrisa de su dama más famosa y contemplativa. Bouguereau, en el Orsay, …
En el viejo Shatranj la alferza era una pieza de escaso poder, lenta y poco maniobrera. Situada al lado del rey, avanzaba de uno en uno, como si no pudiera con su peso. Cuando el Shatranj se convirtió en Ajedrez, la alferza también se transformó en dama, la pieza más poderosa del tablero. Desde entonces, …
Me he comprado esta novela histórica. Ésta. Quiero descubrir en ella el pasado que nos resucita en la imaginación y que nos envuelve los pensamientos. He comenzado a andar por sus innumerables caminos, a vislumbrar huellas entre las tierras y el barro, a discurrir en la compañía de esas voces silenciosas que nos hablan. Abro …
ME SOBRECOGE EL MUNDO DE LAS BANDERAS, ese mundo reducido al que se apegan tantos para sentir su orgullo y patriotismo. Pero es que hay tantas banderas como hormigas y hormigueros (entiéndase la hipérbole). Muy poco dicen de mí, por mucho cariño y apego que pueda tener a la nación donde he nacido y donde …
El tiempo es una línea continua que no podemos rebasar, pues hacerlo entraña un enorme riesgo. Para los romanos el año comenzaba en marzo, pero, a mitad del siglo II a.C., este arranque anual se mudó a enero. Todo responde a sus razones, como también la mía, absolutamente subjetiva, aunque no carezca de cierta lógica. …
El alquimista del tiempo es el título de una de mis novelas, pero también la denominación el alquimista del tiempo es mi seña de identidad, porque el Tiempo (lo escribo ahora con mayúsculas) es tal vez la razón fundamental de nuestras vidas. Lo vemos transcurrir. Lo vemos navegar. Lo vemos caminar. Lo vemos volar. Mantenemos …