NOVELA HISTÓRICA EN PORTUGAL
Sabino Fernández
Cuando pretendemos escribir algún artículo sobre la novela portuguesa, indudablemente surge un nombre: José Saramago. Fue un escritor con importantes ligazones con España, en la que se estableció como residente y finalmente murió. No hay que olvidar que su mujer, Pilar del Río, también es española.
Habrá quien piense que José Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998, escribe “novela seria” y no literatura de género como es la novela histórica. Por encima de controversias sobre lo que es literatura seria y lo que no, que nos llevaría más de un artículo, lo cierto es que algunas de las obras de este genial escritor pueden ser consideradas como históricas, con sus características propias, por supuesto. Memorial del convento de 1982 se centra en la vida monástica entre religión, superstición, miseria y contiendas de la Edad Media. Más tarde, en 1989, en El cerco a Lisboa aparecen retazos históricos muy interesantes. No estrictamente histórica, pero sí muy polémica, fue su novela emblema El evangelio según Jesucristo, en la que da su particular visión de la vida de Jesús de Nazaret. Otra de sus novelas claramente históricas es El viaje del elefante, escrita en 2008, llena de ironía y humor, en el que los reyes aparecen como ignorantes y los siervos como avispados tratantes.
Otro de los escritores portugueses de novela histórica, con importante repercusión en nuestro país, es Joao Aguiar, nacido en Mozambique, pero al que podemos considerar enteramente portugués. Este periodista escribe con un estilo sencillo (muy contrario al de su compatriota Saramago), pero entretenido y sobre temáticas originales. Tiene novelas sobre Viriato (Viriato, Iberia contra Roma), Sertorio (Sertorio, un general contra Roma), Río Sagrado también ambientada en la lucha entre iberos y romanos, esta vez en la zona galaico-portuguesa. Podría considerársele por lo tanto un especialista en la Hispania romana de la época republicana. Aun así recientemente ha publicado Inés de Portugal: reina después de morir sobre la asesinada esposa, de origen español, del rey Pedro I de Portugal, que fue coronada tras ser “eliminada” por su suegro el rey Alfonso IV de Portugal.
Otra escritora portuguesa que recientemente ha publicado en España es Margarida Rebelo Pinto, una lisboeta que aporta una visión romántica de la misma figura de Inés de Portugal en su novela Mi querida Inés, narrada en primera persona sobre los últimos siete años de la princesa antes de su muerte.
Por último, voy a citar a una autora española, María Pilar Queralt del Hierro, muy especializada en temática portuguesa en la novela histórica, hasta el punto de ser nombrada miembro de la “Fundaçao Inês de Castro” de Coimbra y ser una de las escritoras de más éxito en el país vecino. Ello es debido a su llamada trilogía portuguesa integrada por las novelas: Inés de Castro, sobre la ya mencionada princesa que llegó a reina tras su muerte; Leonor, sobre la esposa de Fernando I de Portugal, una mujer adúltera, ambiciosa e intrigante y, finalmente, La rosa de Coimbra, sobre la reina Isabel de Aragón, esposa del rey portugués Dionís I y los sufrimientos que pasó por sus infidelidades continuas. Como puede verse centra sus novelas siempre en personajes femeninos que acuden a la corte portuguesa y, unas con más fuerza que otras, acaban influyendo fuertemente en el futuro del reino de Portugal.
También su novela Las damas del rey se refiere a dos hijas de los Reyes Católicos que acaban casadas con el rey Manuel I de Portugal, mostrando así su pasión por la historia de nuestro país hermano. La literatura de esta autora española es también una literatura ligera, fácil de leer y sin grandes florituras. Evidentemente, es difícil llegar a los niveles narrativos del inigualable José Saramago, quien, por otra parte, no es un autor fácil para todos los públicos.